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dimanche, mars 30, 2008

Dedicado a ustedes...


Vuelta y vuelta

Cápsulas multicolores para maquillar la nariz
Y nos balanceábamos como el polvo
Al costado de un río despreciado
Al lado de un disco rayado rayado.

Un regreso tenso, agotador y tristemente necesario.
Madre mutilada por Dios
un largo bostezo de tarde.

Perros en las ventanas que nos ladraban
y echaban de casa cada fin de semana
enajenados y sin rumbo,
sobre todo sin rumbo.

Distantes, fieles a nosotros mismos y a nuestros pensamientos ahumados:
Trinidad criminal bajo atardeceres atómicos.

Esperábamos las micros de regreso
Con los músculos hechos mierda
Y un poco de ropa nos indicaba nuestras sombras.

Tourne et retourne (trd. Irene Gayraud pour la revue A Verse)

Des capsules multicolores  pour maquiller le nez
On se balançait comme de la poussière
Au bord d’un fleuve malfamé
À côté d’un disque rayé rayé rayé.

Un retour tendu, épuisant et tristement nécessaire.
Mère par Dieu mutilée
Un long bâillement  de fin d’après-midi.

Aux fenêtres, des chiens qui aboyaient
Et nous jetaient dehors chaque week-end
Hors de nous et sans but,
Surtout sans but.

Distants, fidèles à nous-mêmes et à nos pensées enfumées :
Trinité criminelle sous des crépuscules atomiques.

On attendait le bus du retour
Avec les muscles déglingués
Et quelques vêtements nous signalaient nos ombres.


photo: De Niro in Taxi Driver de Martin Scorsese.

mercredi, octobre 03, 2007

El sol entre las nubes

Siento un poco la pesadez del medio día tropical. Llueve como un solo de piano, llueve para dejar el aire perforado, sonido a inundación. Miro por la ventana sin mirar realmente con el calor, la humedad y mi malestar. Soy tan grande ante mí mismo, que confundo mis rincones, los más pequeños, los que pasan desapercibidos. Soy un desastre. Pero tengo buenos amigos, capaces de pasar una tarde entera viendo el fútbol o la sección deportes.

El sol se queda sobre las nubes. Deja su aliento gris en la ciudad, en mi escritura y el malestar sigue como un viejo compañero que me gira la cara. Este malestar es el malestar que nadie saca a pasear aunque no renunciaré a él. A mi alrededor los amigos se han vuelto números, códigos virtuales. Hasta Corsiano, el poeta Corsiano, que trabaja como yo, en la misma sección que yo, en este hotel de lujo, hasta él parece no percatarse que mi cuerpo esta boca abajo.

samedi, juin 09, 2007

La Morgue Tropical

trd. al español:

Con esta humedad quisiera que llegaras. Que llegues otra vez, ni soñar. Ver tus curvas, romper las dimensiones de mi impaciencia. Abrir la puerta, el aire tibio detrás tuyo, el chofer de la moto taxi intentando mirar a trasluz tu cuerpo que entra en este edificio. Un poco de ropa, un poco de colores rápidos regados bajo el neón… el portazo, un momento a solas. Subo a buscar agua, fresca botella guardada en el refrigerador. El solo hecho de imaginar mi lengua entre los pliegues de tus piernas, imaginar beber esas líneas brillantes con la visión cóncava del techo, más allá de tus rodillas, pone un ventilador en mi cabeza. Pero ese aire imaginario duró solo dos segundos. Afuera llueve, el calor llueve, llueve agua caliente. Este calor que atrapa hasta a la morgue de la ciudad. El hecho de estar frente a un refrigerador abierto impregna mi turno con un aire insalubre, mecánico. Desolado, vuelvo rápido a la sala de autopsias. Besar esta humedad de muerte, sus senos voluptuosos dejan caer un líquido pegajoso sobre mi piel. Intento volver a la lectura de mi Bösersach, ver si así te olvido definitivamente. Solo empeoro la situación. Es ese sabor tuyo, de cuando te besé y recorrí tus heridas antes de la autopsia, el que busco revivir mientras te encierran en un ataúd.

français:

Avec cette humidité je voudrais que tu arrives encore une fois. Que tu arrives encore une fois, impossible. Voir rompre avec tes courbes les dimensions de mon impatience. Ouvrir la porte, l’air tiède derrière toi, le chauffeur de mototaxi essayant de regarder à contre jour, les lignes de ton corps qui s’aventure à l’intérieur de ce bâtiment. Quelques vêtements, quelques couleurs rapides éparpillés sous le néon … la porte qui claque, un moment seul pour nous deux.

Je monte pour aller chercher de l’eau, fraiche bouteille que j’ai rangée dans le frigo. Rien que d’imaginer ma langue à nouveau entre les plis de tes jambes, d’imaginer boire ces lignes brillantes avec la vision concave du plafond de cette salle, au-delà de tes genoux, a mis un ventilateur dans ma tête. Mais cet air imaginaire a duré uniquement deux secondes. Dehors il pleut, la chaleur pleut, il pleut de l’eau chaud. Cette chaleur qui engloutit jusqu’à la morgue de la ville. Le fait d’être débout face au frigo ouvert, imprègne mon astreinte d’un air insalubre, mécanique. Dégouté, je retourne rapidement à la salle d’autopsies. Embrasser cette humidité de mort, ses seins voluptueux laissent tomber un eau qui colle à ma peau. J’ai essaie de retourner à la lecture de mon Bösersach, histoire de chercher à t’oublier définitivement. Mais j’empire les choses. C’est cette saveur bien à toi, du moment où je t’ai embrassé et où j’ai parcouru tes blessures avant de l’autopsie, ce que je cherche à revivre pendant qu’ils t’enferment dans un sarcophage.

escultura: Jean A. Houdon, The cold girl, 1783

jeudi, mai 10, 2007

El péndulo hacia mi oriente

Les gens roulent sur des vélos surchargés de marchandises menaçant de bloquer les petites rues autour de la maison. De la terrasse j’observe les ruelles bavarder. Les rayons des roues des certaines vendeuses à vélo désirent faire tourner la tête au ciel gris. Je suis dans mon donjon seul, noircis avec la ville qui attend le déluge. En bas, le cri d’un enfant électrifie mes pensées qui tombent sur les feuilles des arbres. Ainsi, la lumière est apparue silencieuse avec la fin du jour. Un chat attaché dans le jardin voisin est la pendule vers mon orient.

 

tr. al español:

La gente transita en bicicletas inundadas de mercancias, amenazando con bloquear las calles al rededor de la casa. Desde la terraza, observo las callejuelas cuchichear. Los rayos de las ruedas de las bicicletas en que transitan algunas vendedoras desean marear este cielo gris. Estoy en mi torreón solo, ensombrecido con la ciudad que espera el diluvio. Abajo, el grito de un niño electrifica mis pensamientos, que caen contra las hojas de los árboles. De esta manera la luz apareció, silenciosa al final del día. Un gato amarrado en el jardín de al lado es el péndulo hacia mi oriente.

 

lundi, avril 02, 2007

rumbo a Hanoi

Viena 9:35 a.m.: El viaje se viste en la insustancialidad de la noche. Luces suspendidas abajo y arriba del avión. Yo voy y vengo entre la ganancia de un mundo oculto y la angustia originada en Lyon a causa de una empleada de aduanas que me dijo que necesitaría una visa para descender en mi última escala en Taipei. Con mi rústico inglés he pedido a dos personas distintas de verificar si mis pasajes y pasaporte están en regla y ambas respuestas han sido positivas. Sin embargo, hasta llegar a Hanoi me sentiré, ya lo veo, como un corcho girando en torno a un remolino. No olvidar los gestos robóticos e inexpresivos de la azafata austriaca que hace la demostracion de "en caso de emergencia". Música clásica como intervalo a los mensajes "les deseamos un buen viaje", "abróchese el cinturón" y todo lo que precisamente y al contrario de lo que se espera, te hace sentir en peligro constante. Deseos.

Nubes ocultas.

Insubstancialidad. 

 

 

 trd. français 

Vienna 9:35 a.m. Le voyage s’habille dans l’insubstancialité de la nuit. Des lumières pendues sur et sous l’avion. Je vais et je viens parmi les acquis d’un monde voilé et l’angoisse crée à Lyon à cause d’une employée des douannes qui m’avait dit que j’aurais besoin d’une visa pour descendre à Taipei. Avec mon anglais élémentaire j’ai demandé à deux personnes de vérifier si mes billets et mon passeport étaient en règle et les deux réponses ont été positives. Néanmoins, tant que je n’aurais pas mis les pieds à Hanoi je me sentirai, c’est déjà clair, comme un bouchon qui tourne autour d’un cyclone. Ne pas oublier les gestes robotiques et inexpressifs de l’hôtesse de l’air autrichienne faisant la démo d’« en cas d’urgence »; la musique classique comme interlude aux messages “nous vous souhaitons un bon voyage”, “attachez votre ceinture” et tout ce qui précisément - et au contraire de ce qu’on attend -, te fait sentir en danger constant. Souhaits.

Nuages voilés.

Insubstancialité.