Fuego
nicolas folch |
Desde la terraza del edificio vio fuego, la consumación de unas flamas abatiéndose sobre casas y torres que se dibujaban al fondo. No llamó a los bomberos. No, el número que marcó era el de un amigo que había venido a la capital antes que él.
- Tienes razón, son increíbles las puestas de sol en Santiago.
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