vendredi, mars 26, 2010

Mudanza

Estornudo al sacar viejos y estimables libros guardados hace años en cartones por falta de espacio. Ahora los dejo libres y en desorden en mi nueva biblioteca. Es pequeña, aunque mas grande que la anterior. Algunos caen apenas los dejo y los recojo; pero antes de dejarlos nuevamente en equilibrio precario, recuerdo la lectura de éste y aquel, unas fotos entre sus páginas, una entrada a un concierto punk. Los libros son las palmas de mis manos. Afortunadamente guardan proporción: narrativa y poesía se pelean los estantes por partes iguales. Ambas serpientes se muerden la cola mientras suben por la repisa. Me siento a ver la danza de estas manos que aunque lo intente, no puedo controlar del todo. Los libros son una fiebre y que llueva o no en primavera, nada cambia esta paz en la que quedo en medio de mi nueva pieza.

image: ADN50, Israel Charney

1 commentaire:

jordi lobo a dit…

Cuando veo la librería de alguien no puedo dejar de ver a su propietario. Si tiene algo de Nietzsche, algo de Dostoyeski, algo de Kundera debe ser un buen tipo, me digo. Luego puede ser un hijo de puta, pero una copa la tiene, seguro.