jeudi, mai 04, 2006

TERRORISMO EN EL TECLADO

Me senté a escribir y los dedos se rebelaron al pensamiento. Medité e intenté controlarlos. Me acusaron de fascista y de dictador, se negaron a escribir sobre el amor y la vida. Me llevaron a la horca de la angustia y asfixiaron mi elan vital... Me detuve nuevamente intentándolos persuadir que la vida es un buen espacio presente y que muchas cosas que me producen insatisfacción son sólo pasajeras... Los dedos se pusieron tensos y me amenazaron con romper, por primera parte mis narices, seguirían con romper mis lagrimales, luego mi cubierta craneana y finalmente con mis hemorroides... Me hicieron dudar y pensé ser complaciente con ellos... No lograron opacarme y seguí con este texto... La vida es un milagro y no tengo teorías para su genésis primitiva, Dios, los extraterrestres, el demonio, los monos... Y que sé yo que otras cosas más... Sólo entrego en este momento una pulsión, un momento de euforia vital que me permite descargar y romper la resistencia a la muerte (que está detrás de mi esperando que me descuide para llevarme). Sólo entregarse a este impulso de vida, sólo querer gritar lo hermoso que es estar hoy en este mundo (que no es ideal), pero que me entrega un sinfin de momentos que me obligaré a sentir... Mis amigos...
Tal como dijo un excéntrico Señor: "Estoy tan feliz que moriría en este momento".
Puedo creer que la vida es el único lugar que tengo hoy... pues mañana... No lo sé.

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