Mujeres en Khenifra, N. Folch |
¡Olvídanos
Señor del Hambre!
¡Olvídanos
Dios Megatómico!
Sólo
descansa una montaña
ignorada
por los ojos,
aquellos
que nos recuerdan
la
vergüenza de todos,
las
noches sentidas
como
arena bajo la piel.
Olvídennos,
olvidémosnos
en los puertos congelados sin faros.
Nada de
viejo o nuevos años
que
sugieran la ceniza
en
nuestros corazones de barro.
(Desde el
Génesis que estamos embarrados)
Pero se
estremece la montaña
con cada bomba
de nieve
derritiéndose
al Sol de la verdad.
¡Olvídanos
Señor del Hambre!
¡Olvídanos
Dios Megatómico!
(escrito en el pedagogico, invierno 97)
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