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| photo: N. Folch 2011. |
Tengo todos los números
ganadores
deambulando por
los pasillos de mi cabeza
aguja sin norte
abrazo festivo
salvaje en un jardín
de lino y naranjos en flor.
Tengo todos los números
ganadores
y el aire eclosiona
un coro de ropa mojada al sol
que me llama a la
hora de los patios vacíos,
sin gritos ni
teléfono
es un canto
solemne que
detiene incluso a
los sordos.
Tengo todos los números
ganadores de esta tierra
cuya semilla
ardiente no logran forjar orfebres ni ningún
artesano
perforado por su
risa canalla
que cubre el
enigma hambriento de los días.
Erguido un
fantasma intentó comerme el hígado
su mirada
solitaria entristeció la basura acumulada en mi ventana.
No me rendí hasta
verlo en el caballo de la muerte
su olor a verano
en una ciudad desierta
ahora sigue mis
pasos
porque tengo
todos los números ganadores del delirio,
el éxtasis de los
sombríos
premios bajo árboles
maduros de visiones,
porque yo cobro
la palabra del
hombre y no su entierro.
de El libro de la Muerte
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