dimanche, janvier 09, 2011

Concatenación de puertas caseras



Frente a mí el cielo está sentado,
con su alegría de polaroid,
contrasta con un punto de dolor
acá en la carne.
Me recuerda a la mujer
que se paraba en la puerta del paraíso
orgullosa de su último peinado, la mesa bien puesta
y yo le pedía a mi padre que la sacara de enfrente
que le botara los dientes de un puñetazo.
Mi padre se hacía el loco,
él golpeaba sin que nadie se lo pidiese,
por ejemplo cuando su uniforme de milico
no lo camuflaba lo suficiente,
él venía y ¡PAF!
un golpe al bello rostro de su mujer.
De ellos heredé esta fascinación
por la música clásica
& un cielo al otro lado de esta puerta.

2 commentaires:

jordi lobo a dit…

Me gusta esto que ha escrito, y la última frase me parece excelente.

drfloyd a dit…

Gracias, salio como el humo de la chimenea.