samedi, février 13, 2010

La Biblioteca de Henry Miller


“Uno de los primeros recuerdos que asocio a la lectura, es el de los esfuerzos que tuve que hacer para procurarme los libros.” Dice Miller es su libro Leer en los baños. Aquellas líneas, me sorprendieron con una pila de libros a mi lado. Sentí que las antenas en el techo de las casas explotaban “puf-puf-ping-tup” una a una, dejándome desamparado en un mundo lleno de animales sin voluntad y aburridos. Cerré el libro de Miller, miré por la ventana las casas de enfrente; no había movimientos de histeria. Mi columna de libros seguía inmóvil al lado del escritorio, pero un escritor insistía en que lograr obtener una biblioteca personal le había costado un duro trabajo ¿Por qué para mí ha sido tan fácil obtener mis libros, si no me sobra el dinero y los televisores continúan entreteniendo a la gente? (El punto de vista del embudo: menos lee la gente, mayor cantidad de libros a mi disposicion) 
No he vivido el mejor de los tiempos, me tocó la dictadura, me llegó el consumo de masas y la publicidad telefónica. Aun asi la pegunta es valida: ¿Por qué puede ser tan difícil hacerse de sus libros? Pues sencillamente, porque a veces uno solo quiere acostarse con diferentes mujeres, caminar por calles que nunca conocería sin salir de casa, hablar con la gente del bar y de la panadería, pasear con amigos, hija, mujer, solo, perro. Mis libros, se vuelven así marcas de mis periodos de ermitaño, salvaje en mi caverna, dibujando símbolos sobre la piedra que solo yo puedo interpretar… por el momento. Esta pila de libros, por ejemplo, fruto del viaje con mi vecino que se ofreció a mostrarme su “caverna de alibaba”. Un viaje de 30 minutos, una conversación esporádica en su auto con olor a perro de caza, cambio de paisaje, de rutas arboleadas, para finalmente volver a casa y decirse “Gracias y hasta pronto”. Ahí está el resultado de 30 minutos de sociabilidad; seis libros antiguos y semanas de soledad para permitirme otro viaje inmóvil y silencioso. Puede ser cierto, tan fácil no me ha sido procurarme mis libros, pero no me quejo. Me pegunto si mis esfuerzos se comparan a los de Miller, rodeado de sus 500 libros en su pieza, mientras escribía el libro que leo.

1 commentaire:

jordi lobo a dit…

Olé, sr. Drfloyd. Le muestro mis respetos.