Et nous irons tous en enfer

Odilon Redon, "Cristo"

Dos formas de pensar el mundo :
 1) la del mundo plano : aquel en el que esta todo bien delimitado y los objetivos son dictados por el determinismo biologico;
 2) la del mundo redondo : en el que todo sigue estando bien delimitado pero con la certeza que esos limites mudaran al extremo opuesto tarde o temprano.

Fernando Vallejo con su desbarrancadero invita a una tercera forma de pensar el mundo, equilibrada, con un cinismo ya característico en él.
Tanta virtuosidad no se perdona y quizás por esta razón los escritores colombianos que pasaron por Francia

LO obviaron

(olvido? en el marco de un reencuentro en Europa con efectos especiales y somnolientos oyentes, además de bebidas sin alcohol). Nadie dijo nada sobre este escritor a la hora de hablar de la literatura colombiana.
Imagino lo grande, fría y oscura que debe ser la sombra que Vallejo proyecta sobre algunos de esta nueva generación de escritores

............bambalinas televisivas (eso es!) peinados a la moda (ya casi estamos) y uno que otro vomitivo guión de teleserie, que vaya uno a saber a cuantas manos fue escrito.

Francamente, Vallejo podrá ser considerado dentro del saco de los escritores malditos, pero no dentro de las dos primeras formas de pensar al mundo. El autor de La virgen de los cicarios o El desbarrancadero nos muestra el abismo, la fisura de un terreno que nunca ha sido dimensionado más allá de lo que algun sacro humanismo permite. Vallejo nos advierte que ese sacro humanismo (plano o redodondo) se esta agusanando.

photo: courtesy of Mr. N. Folch